Desde la antigüedad la herraduras y el yunque donde se forjaba fueron considerados talismanes sagrados, hasta el punto de ser regalados durante bodas, compras de casas y en toda situación donde se desea suerte y protección.

Auspiciada por la deidad que abre y cierra los caminos derrama proteccion y fortuna a quien la acoge en su morada, al igual que espanta las energias negativas. La herradura se puede encontrar, comprar o nos la pueden regalar, pero jamás se debe robar.

Yo consagro la herradura para atraer protección, suerte , prosperidad y balance a un hogar. Cada herradura es preparada para cumplir esta misión en un destino específico, trabajando con la energía de quienes viven allí. No importa si eres dueño de la casa, alquilas o vives en un cuarto, la herradura marca tu espacio sagrado y atrae las energías con la precisión de un laser.